Mensajes
de Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a su amada hija, la
vidente Luz de María
Nuestro Señor Jesucristo:
“Hoy les
llamo a ungir los marcos y las puertas de las entradas de sus hogares con agua
bendita o con aceite bendito mientras rezan la oración a San Miguel Arcángel y
el “Magníficat”, coloquen
con amor y respeto el signo de Mi Cruz y la medalla de Mi Madre Santísima, bajo
la advocación de la Medalla Milagrosa como señal de presentar sus hogares y sus
familias ante Mi Padre, y sean protegidos viviendo en comunión con Nuestra
Trinidad. Así les invito a mantener las provisiones necesarias, que desde ahora
deben mantener en sus hogares.”
“Una vez más
les llamo a levantar la voz, a no callar, a ser valientes y alertar a los Míos.
Es necesario Mis amados hijos, es necesario, pero sobre todo, es necesario que
a cada instante se mantengan en una constante conversión, y permanezcan en
estado de gracia.”
“¡Benditas
las puertas de los hogares que se abren para dar posada a aquellos que
comparten Mi Palabra con sus hermanos! ¡Benditas las manos que los asisten,
benditos los pies que los auxilian en el camino de Mis Evangelizadores... y
pobres de aquellos que son piedras de tropiezo!”
“Les
bendigo. Bendigo los ojos que leen esta Mi Palabra y los oídos que la escuchan,
bendigo los hogares de cada uno de ustedes.”
“Bendigo sus
familias, imprimo un ‘Te Amo’ en cada criatura que lee este llamado.”
“De la
tierra agrietada emerge el dolor. No teman, hijos Míos, que Mis Ángeles les
protegen y les protegerán. No serán tocados, y la fe que ustedes mantengan, se derramará
en bendiciones sobre ustedes, sobre sus familias, sobre sus hermanos.”
“La Paz de
Mi Casa sea en ustedes y en todas sus familias. Bendigo sus bienes
espirituales, sus bienes materiales, bendigo su trabajo, la tierra que surcan,
bendigo toda labor que sus manos emprendan, bendigo el paso de la juventud de
sus familias, y en Mi Nombre alejo el mal que les rodea.”
“Les bendigo
y bendigo a todas sus familias, a toda su descendencia y a sus ancestros.”
“Amados hijos
bendigan sus hogares, bendigan sus cuerpos, bendigan a sus hermanos con la
Palabra.”
“Les llamo
urgentemente a retomar el camino de la conversión. Les llamo a orar en familia,
a amarse los unos a los otros, a no dejarse confundir y a nadar contra lo
mundano. Ustedes son Mis hijos, son diferentes.”
La Santísima Virgen María:
“¡CADA UNO
CONSAGRE SU SER AL SAGRADO CORAZÓN DE MI HIJO Y A MI CORAZÓN INMACULADO!”
“Deben
consagrarse en este instante personalmente y en familia a Mi Corazón Inmaculado
para que cuanto he solicitado en Mis Llamados lo cumplan ustedes que Me aman y
que Me han aceptado como Madre en sus vidas.”
“Invóquenme:
Ave María Purísima sin pecado concebida. Pero con fe como un grano de
mostaza. Todo será alejado de ustedes y de sus familias, con fe.”
“.... Este
es arma contra los ataques del mal. Se les ha dicho que unjan los marcos de las
puertas externas de sus hogares con agua bendita; pero es más provechoso que se
unjan a sí mismos con el cumplimiento de los Mandamientos y de los Sacramentos,
reconciliándose también con Mi Hijo y recibiéndole en la Eucaristía.”
“... Protejo
cada criatura, cada lugar, cada hogar en donde se rece el Rosario diariamente
con devoción.”